Las declaraciones de Alexander Lukashenko ante la Asamblea de Minsk muestran un tono belicista y preocupante en medio de la crisis entre Rusia y Ucrania, así como la creciente tensión en la región. Lukashenko, aliado cercano de Putin, advirtió sobre la posibilidad de que Ucrania utilice misiles de largo alcance proporcionados por Estados Unidos y amenazó con una respuesta contundente por parte de Rusia.
El dictador bielorruso afirmó que su país alberga un arsenal atómico proporcionado por Rusia, aunque no reveló cifras exactas. También señaló la preocupación de Rusia por la posible provisión de armas de largo alcance a Ucrania por parte de Estados Unidos, lo que podría llevar a una escalada en el conflicto.
Lukashenko hizo hincapié en que Rusia utilizará todo su arsenal en caso de una confrontación, advirtiendo que sería un "apocalipsis". Además, reiteró la posición de su gobierno de resistir cualquier agresión y de responder con todas las armas disponibles, incluidas las armas nucleares.
Estas declaraciones reflejan la postura cada vez más firme de Bielorrusia y Rusia ante la situación en Ucrania, así como la creciente preocupación por la posible escalada del conflicto. La retórica belicista de Lukashenko no hace más que aumentar la tensión en la región y subrayar la necesidad de una solución diplomática para evitar una catástrofe.